viernes, 13 de julio de 2012

Fenicios en Sudamérica

Dick Edgar Ibarra Grasso ha identificado  dos naves fenicias en las estelas centrales del templo de Sechim, en el Valle de Casma, en la costa peruana. Estas ruinas datan de hace 3.000 años. Otros monolitos de la zona representan una gran nave oceánica y un sextante [Julio C. Tello: Arqueología del valle de Casma.  Lima, 1956].
              
Bernardo Silva Ramos, presidente del Instituto Geográfico de Manaos, ha recorrido la selva amazónica durante más de veinte años buscando, fotografiando y copiando 2.800 inscripciones rupestres, reconociendo la mayor parte de ellas como fenicias y las otras como griegas.

No cabe la menor duda sobre la capacidad de las naves fenicias -estén al servicio de los hebreos, de los egipcios o de los persas- para realizar el viaje  transpacífico utilizando las corrientes marinas y los vientos regulares. Las naves egipcias desplazaban 6.500 toneladas, llevaban 600 pasajeros y mercancías.

Ibarra Grasso ha comparado los navíos de comercio del Mediterráneo oriental del siglo III a.J.C. con las naves pintadas en la alfarería mochica al norte del Perú. Estos barcos son prácticamente idénticos y se caracterizan principalmente por un puente continuo de proa a popa cargado de jarras llenas de vino, de aceite, etcétera.
Los barcos egipcios o fenicios que salían del Mar Rojo habían de seguir el itinerario tradicional por Malabar, Ceilán, Península de Malaca, Borneo, y desde  allí aprovechar la corriente del Pacífico Sur hasta Kattigara (Chan Chan); Perú.
     Enormes cothones de Kattigara o "embarcaderos" de ChanChan.
La vuelta se haría por la corriente ecuatorial hasta Borneo y desde allí por el mismo camino que el de ida. La longitud de estos trayectos sería de unos 39.000 km. de ida y de 34.000 km. de vuelta. En total, 73.000 km.
Herodoto de Alicarnasso escribe que las naves de su época solían navegar 240 Km. cada veinticuatro horas. Sobre esta base, el viaje de los 73.000 km. a América insumiría 365 días de navegación efectiva
La duración total de tres años mencionada para el Punt y para el Ofir dejaba dos años para las escalas, la estadía en Kattigara y eventuales pérdidas de tiempo por tempestades y reparaciones. No hemos tenido en cuenta los vientos contrarios, pero tampoco los vientos favorables ni la gran ventaja de la corriente circular del Pacífico Sur. Este cálculo prueba –dice Gallez- que la realización del viaje a Kattigara en tres años corresponde perfectamente a las posibilidades de la época.
La conclusión –afirma Paul Gallez- es inevitable: los fenicios ya viajaban a América hace 3.000 años.
http://www.cristobalcolondeibiza.com/2esp/2esp16.htm

1 comentario:

  1. Guauu!!! Nunca había leído acerca de esta teoría extremadamente interesante, que al parecer es cierta. Creo que definitivamente debemos cambiar nuestros paradigmas, según mi opinión, excesivamente estructurados que nos ha entregado la historia oficial y comenzar a abrir nuestra mente ante los inmensos logros que alcanzaron las culturas antiguas, que sobrepasan en inteligencia y audacia a muchos logros contemporáneos. En el contexto de este mismo artículo, ¿entonces los fenicios necesariamente también tuvieron contacto, si es que no varios tipos de intercambio, con los polinésicos? Me gustaría conocer más acerca de este proceso de los grandes viajes especialmente hacia Sud América.

    Un saludo desde Chile

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